jueves, 25 de junio de 2020

UVAS + MICROONDAS = ¿PLASMA?

ADVERTENCIA: Lo que estás por leer es peligroso. NO lo hagas en tu casa. Los expertos son quienes nos han mostrado las pruebas en video pero todo conlleva un riesgo.


¿Alguna vez pensaste que las uvas podrían ser una fuente de plasma?
Como sé que la respuesta es NO, te respondo que "yo tampoco".

Pues sí, así como suena, meter al horno de microondas dos uvas una muy cerca de la otra produce una reacción que desencadena una liberación de energía.


Como puedes ver a continuación:





¿LA EXPLICACIÓN?


El plasma, cuarto estado de la materia, es una especie de gas fuertemente ionizado producido a altas temperaturas. Se encuentra, por ejemplo, en el sol o el interior de un tubo fluorescente, pero también se puede generar en el interior de un microondas al calentar dos mitades de uva unidas por un trozo de piel.

Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences nos menciona que después de usar técnicas de imagen térmica y simulaciones de ordenador, científicos de la Universidad de Condordia (ubicada en Canadá) descubrieron que puede aparecer incluso cuando no hay un “puente” de piel entre los fragmentos de uva, sólo deben estar muy cercanas entre sí (aprox. 3 mm).

Resulta que las microondas entran en resonancia con las uvas y comienzan a rebotar en el espacio situado entre ellas, crean un campo energético cada vez más intenso y llega a ionizar el gas entre ellas, creando plasma luminoso.

Las dos uvas por separado se calientan en su centro, pero al tener contacto entre sí se unen trabajando como un “todo” y el punto central de la masa es en donde se unen estas. Aquí es donde ocurre la “magia” (o sea, la ciencia, pero tú me entiendes).

También se descubrió que dos esferas de hidrogel. Se ha determinado que funciona gracias a la simetría de las uvas y las perlas de hidrogel además de la presencia de agua que ayuda a la resonancia de las microondas.




Se produce una ionización del sodio y el potasio de la piel de la uva. En el sitio donde se unen ambas uvas se va generando un campo electromagnético cada vez más potente, que ioniza el sodio y el potasio de la piel de estas. La sobrecarga de ambos electrolitos dispara la explosión de plasma.

Es tan interesante, que este hallazgo podría tener aplicaciones futuras en nanofotónica, por ejemplo para diseñar antenas omnidireccionales de microondas o dispositivos de microscopía que operen en la nanoescala.


“Estamos estudiando el comportamiento de rebote manteniendo las bolas en contacto por medio de un potencial gravitacional”, dijo Hamza Khattak, físico investigador.


FUENTES:



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